‘El tiempo del hijo’ afronta el drama social del alzhéimer en un solo catártico entre la la tragedia y la parodia

Teatro Delicatessen

Las obras enmarcadas dentro del ciclo Delicatessen tienen como denominadores comunes la fuerte impronta de las propuestas, siempre estimulantes, excitantes, buscando los límites, a veces del pensamiento, otras del propio código ‘reglamentario’ de las artes escénicas. Todos esos elementos coincidieron en la representación de anoche. El Teatro Apolo alzaba el telón para recibir a ‘El tiempo del hijo’, la tercera obra de ‘auto-ficción’ de La Suite Teatro de David Montero, creador y protagonista. Una cita perteneciente a la programación de temporada de primavera puesta en marcha por el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería, en este caso con la colaboración de Axioma Teatro.

Avalada por distintos reconocimientos en forma de premios (mejor espacio escénico, autor y espectáculo teatral en los Premios Escenarios de Sevilla el pasado año o Premio Lorca a la Autoría Teatral de 2025) o nominaciones, todavía por dilucidar, como el de Espectáculo Revelación en los Premios Max 2025, ‘El tiempo del hijo’ juega fuerte desde el inicio.

La puesta en escena recrea una cápsula futurista, como una capilla sobre la que se despliegan dos retablos repletos de pantallas y unos subtítulos rojos a sus pies. Luces fluorescentes a modo de pasillo y un texto que poco a poco va clavándose en un espectador que acaba contagiado por el tono.

A partir de una historia personal ficcionada, el protagonista y autor ahonda en la muerte de la madre, en la lenta agonía, “el lento luto que se va desparramando”, cuando el alzhéimer va haciendo estragos, pero lentamente. Y también en la vacuidad de los tiempos de hoy, de las relaciones interpersonales vacías, de la eterna búsqueda de una felicidad volátil, pasando por el complejo de Edipo o el debate sobre la eutanasia. 

En una escalada en la dinámica, la obra empieza a desbarrar al ritmo del grupo de rap metal Def Con Dos con su ‘Edipo Rey’. David Montero termina la obra físicamente como la empieza simbólicamente en su discurso, desnudo y sin imposturas, acompañando a Pepe Marchena y su poético ‘Canto a Sevilla’. Un crudo final para esas heridas que nunca cierran, con las que se convive mientras se puede mientras quedan en el aire y la memoria de los presentes dos datos apabullantes: se necesitarían 16.000 autobuses para llevar a todos los enfermos de alzhéimer de España y “uno de cada cuatro espectadores de la obra tendrá alzhéimer en unos años”. No lo olviden.

Próxima cita con Delicatessen

El ciclo Delicatessen tendrá una nueva cita para este segundo trimestre del año. Será con ‘Nada ni nadie. Tragicomedia del poder en el fin de los tiempos’, de la compañía María de Melo Producciones, el 29 de mayo, en el Apolo y también a las 20.30 horas. 

Las entradas se encuentran a la venta tanto en la taquilla municipal, que está ubicada en el Teatro Apolo, como en la propia página web de entradas del Área, https://almeriaculturaentradas.es/. También lo estarán en la taquilla del Apolo desde una hora antes del comienzo de la representación.