Viaje a través de la guitarra de Darío Moreira, anoche en el Museo de Arte ‘Doña Pakyta’

El próximo viernes continuará el ciclo de ‘Viernes de Música’, con la formación Panta Rai Emsemble

 

El Museo de Arte ‘Doña Pakyta’ volvió a llenarse un viernes más de música. Si hace unas semanas el público asistente pudo disfrutar del circuito de divulgación del flamenco, con el análisis de la figura de Pencho Cros o con el cantaor Vicente Soto ‘Sordera’, anoche fue el turno del guitarrista y compositor Darío Moreira, en el marco de la programación del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, en este caso junto a la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino.

 

El repertorio se basó en su álbum y proyecto ‘Oriri’. Las referencias a otros instrumentos de la familia de la cuerda, como la lira bizantina, el laúd pipa japonés o el sitar de la India, descubren un nuevo camino de exploración en el campo de la interpretación y la composición para guitarra. Todo ello reflejado en delicadas y evocadoras piezas como la propia ‘Oriri’, ‘Danza’, ‘Sentir Saharaui’, ‘Encuentros’, ‘Nocturno’ o ‘Amaru’.

 

‘Oriri’ simboliza el momento del amanecer, cuando la luz tenue y difusa de la mañana se mezcla con la memoria de los sueños y da una perspectiva más flexible de la realidad. Darío Moreira interpretó anoche con este repertorio una selección de temas de su obra Guitarra Nova, creando una simbiosis cultural entre Oriente y Occidente. El compositor da una nueva luz al sonido de la guitarra, entrelazando cuerdas de instrumentos musicales de distintas latitudes, aunando el virtuosismo y la sensibilidad.

 

El viernes 21, Panta Rei Emsemble

 

La próxima semana, a la misma hora, los invitados al Viernes de Música en Doña Pakyta será el dúo Panta Rei Emsemble. Aunque esta formación comienza su andadura en 2015, Diego Corraliza y Maricruz Calvo han compartido numerosos proyectos que se remontan casi a veinte años atrás.

 

Comparten la creencia de que todos somos en gran medida fruto de una herencia cultural recibida, una herencia viva, y ésta, como toda historia, recorre un camino con pulso propio al que hay que ir adaptándose en cada momento. Bajo esa perspectiva solo es posible mirar con sus ojos y para ello, hacen suya cada una de las piezas del repertorio; todas han sido arregladas con mimo por Diego Corraliza. La voz de Maricruz Calvo por su parte, le ha dado un nuevo aire de naturalidad a las interpretaciones, evitando artificios pero cuidando al máximo la sonoridad y el estilo.