Sidonie demuestra su maestría escénica con un gran concierto en Cooltural Go!

La banda de Marc Ros y los suyos ‘incendió’ la velada con grandes canciones y una enorme conexión con su público que antes conoció al donostiarra Serrulla

Y Cooltural Go! volvió a coger sus guitarras. El ciclo de conciertos de Cooltural Fest, organizado por Crash Music y el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería, volvió anoche al Recinto de Conciertos del Ferial después de que la programación se hiciera hueco en las últimas semanas al desarrollo de Cabaret Festival o del Festival de Flamenco y Danza. Y lo hizo con una apuesta de esas que se saben ganadoras desde antes de repartir las cartas. Sidonie es una de esas bandas ante las que cualquier amante de la música rockera e independiente, con gusto tanto por las buenas letras como por el trabajo vocal, melódico y rítmico, reconoce sus méritos, más que avalados por más de veinte años de trayectoria. Del otro lado, la ilusión de quien empieza, como es el caso de Serrulla. El artista donostiarra fue el encargado de abrir la convocatoria, con un pop de guiños electrónicos y contemporáneos reposados e intensos.

Con su camiseta de la Real Sociedad para despejar cualquier atisbo de duda y hacer honor a su tierra, Íñigo Serrulla se plantó en soledad, con valentía y arrojo, ante un gran escenario como el de Cooltural. “Estas canciones las he compuesto tocando yo todo en mi habitación y ahora, en un lugar tan grande como este, me siento muy emocionado”, llegaría a confesar tras la interpretación de temas como ‘Alone’, que dejaba claro la línea tónica argumental, ‘Pills’ o ‘Big Fish’.

Pero tampoco es que sea completamente novel, algunas tablas importantes del País Vasco ya le han visto, como Pasaia Itsas Festibala, Donostiako Piratak, Bime o BBK Live, por lo que hizo un poco más de honor a la tierra con una muy buena versión de ‘Itsasoan’, de Txomin Artola. No sería la única incursión en el euskera puesto que también sonaría ‘Tornado’, una canción de bases programadas de ida y vuelta con otro músico de la zona. ‘Hundreads’, la triste ‘Bonds’ acercó al final de su actuación, que culminaría con ‘Routine’.

Sidonie, energía plena

Es amante declarado de los Beatles pero, aunque menos bailarín que él, tiene Marc Ros en la planta algo de Mick Jagger. Descaro, fina capa de ironía, mucha guasa y una capacidad de ejercer de maestro de ceremonias que hace que cualquier concierto de Sidonie acabe enganchando desde el primer tema y, especialmente, desde que comienza su ‘función’ como animador, más meritorio si cabe en una situación en la que el público debe permanecer sentado en su silla.

‘On The Sofá’ abre la veintena de canciones en un arranque de tintes foráneos, dada la continuidad con ‘Nirvana Internacional’ y una entonación afectada a lo francés, a lo Serge Gainsbourg. Las referencias a artistas y bandas fue inmensa, como lo eran las ganas de jalear sus canciones vitalistas. Que si Eric Clapton en la época de los Cream, Fleet Foxes, Pink Floyd con Syd Barret… Hasta Bananarama salieron a colación en algún momento de la noche. Pero, pese a todo, nada impidió que los protagonistas verdaderos fueran ellos, con una personalidad inconfundible y tan imitada por tantos.

‘Nuestro Baile Del Viernes’ y ‘Fascinados’ echaron más fuego a un arranque concluido con, de nuevo, guiños al país vecino en ‘Me Llamo Abba’. Y es que Sidonie anda presentando precisamente ‘El Regreso de Abba’ un disco que se acompaña de una novela homónima escrita por Marc Ros por lo que el siguiente bloque tuvo mucho de esta última entrega, como ‘Portlligat’ o ‘Buenas Vibraciones’, entre las que intercalarían con sentido ‘Costa Azul’ y ‘Giraluna’ en una versión de la “literatura expandida”, parafraseando a Enrique Vila-Matas.

El quinteto, completado con los sempiternos compañeros Jesus Senra al bajo y Alex Pi a la batería y con Víctor Valiente a la guitarra y Edu Martínez al teclado, continuaba su periplo triunfal de un concierto ‘Maravilloso’, sin importar o no si te confiesan que ‘No Sé Dibujar Un Perro’ o que piensen que son ‘El Peor Grupo Del Mundo’.

Sentido del humor constante, en suma, que les evita, pese a que pudieran, entrar en grandilocuencias o rimbombancias. Si bien es cierto que hasta una concesión se marcan para ello con un recitado poético, anoche de Francisco Casanova, “nuestro Rimbaud”, sobre la que cabalgarían el ‘Riders On The Storm’ de The Doors. Una concesión permisible si te lo enlazan con un ‘Verano Del Amor’ con maracas incluidas, con ‘Siglo XX’ ese ‘Un Día De Mierda’, “en el que antes lamía caras”, que preludiaron con un brindis desde el escenario, por tiempos mejores.

Llegaba la hora de la falsa despedida con la definición declarada que es ‘Mi Vida Es La Música’, break gospeliano incluido. No se hicieron de rogar demasiado pero sí que entonces la banda quiso compartir varias confidencias con el público, entre ellas cómo conoció Ros a Pi, incluso con anécdota de DNI de por medio. También el agradecimiento a Espe como precursora del primer club de fans de la banda y, por el camino, también mucho conocimiento de la vinculación de John Lennon con Almería, recordando que aquí fue donde compuso ‘Strawberry Fields Forever’.

Y después de todo esto, era el momento de prender la mecha de ‘El Incendio’. Una canción tan sencilla como inamovible y efectiva en el repertorio, como la aglutinadora ‘Carreteras Infinitas’ de una vida nómada con los escenarios como brújula y una despedida agradecida con ‘Estáis Aquí’. Cómo no. Sidonie nunca decepciona.