Los Rebeldes desgranan 40 años de rock and roll y grandes canciones en su arrollador paso por el Mesón Gitano

La banda de Carlos Segarra ofreció un concierto repleto de éxitos en una cita que abrió Pike Cavalero y los suyos, en el marco de la programación de Navidad del Área de Cultura

Crearse altas expectativas es la vía más fácil para ir directos a la decepción. Pero cuando los galones y la música entran en acción con la maestría de una amplia gama de certeros ejecutores la jugada es ganadora incluso antes de repartir las cartas. Así ocurrió anoche con el arrasador paso de Los Rebeldes por Almería, en el marco de su gira de 40º aniversario sobre los escenarios. La cita se desarrolló en el Mesón Gitano de la capital, de carácter gratuito y con invitaciones agotadas, con la banda de Pike Cavalero como invitados y todo ello dentro de la programación especial de Navidad puesta en marcha por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería.

Los Rebeldes llevan 40 años manteniendo con fuerza e integridad el mundo del rock and roll clásico, los aires rockabilly, blues, swing y toda la música llena de ritmo y estilo de manera incansable. Con el inconfundible Carlos Segarra a la voz y guitarra, a la banda, formada por Miguel Ángel Escorcia a la guitarra y coros, Celso Sierra al bajo y contrabajo y Lucky Martínez en la batería, se les sumaría Jorge Rebenaque al piano y acordeón y nada menos que Dani Nel-Lo al saxofón, por lo que con esos ases ninguna mano puede perderse.

Y sobre todo cuando antes ha jaleado y preparado la escena una banda tan rotunda como la que lidera Pike Cavalero. Sonidos añejos con un grupo bien curtido entre los que destacó sobremanera Pepe Lee al contrabajo y el guitarrista Mario Cobo, de los míticos The Nu Niles y en los últimos años seis cuerdas y productor de Loquillo.

Un sonido de raíz y tres cuartos de hora de actuación aprovechados de manera casi frenética, Pike danzó por su trayectoria discográfica forjada desde 2009 con un enorme colección de sencillos, EP’s y discos, la mayor parte en inglés, pero también con piezas en castellano como ‘Carrera Del Desengaño’ o ‘Me Siento Azul’. Temas que van desde su ‘Torro’ al más reciente, ‘Three Chords and The Truth’, que casi desgranó en su totalidad, con ‘I Miss You So’, ‘Tack Tack Boogie’, ‘A Cheat and a Liar’, ‘Spring Is In The Air’ o ‘Down Tools’.

Acompañado de un inconfundible y personal sonido de raíces -rock’n’roll clásico, country, rockabilly y blues- y de su ya reconocible estética, combinó los

ingredientes indispensables para darle fuego de manera más que solvente y agradecida, puesto que aplaudió la iniciativa de ese Circuito Municipal de Música y Artes Escénicas del plan ‘Re-activaCultura 20’, que gracias al Área de Cultura ha permitido que medio centenar de creadores de la ciudad desarrollen sus espectáculos en una situación tan complicada como la presente.

El concierto comenzó con la carta de presentación autobiográfica de ‘El Chico de la Guitarra’, mucho roll y un break de doo wop que refuerza el clasicismo generalizado y dulcemente anacrónico de la banda, que fue calentando el ambiente de una ‘Noche De Acción’ y con ‘Cervezas, Chicas y Rockabilly’. Tras la versión de Eddie Cochran de ‘Recuerda’, se subieron a su ‘Harley del 66’ para tomarse una siempre juguetona ‘Agua de Valencia’, con su compás castizo, lanzando al vuelo la medalla de ‘Las Dos Caras De La Moneda’.

Con un sonido empacado y embaucador en su aparente sencillez, el swing de ‘Ella Es Mía’ y la elegancia pop de ‘Un Español En Nueva York’ dieron paso a una fase más gamberra, como la trotona ‘Esa Manera De Andar’, la afilada ‘No Quiero Verte’ o la pendenciera ‘Immabelle’. Fue entonces cuando Segarra lo dijo claro “comienza el Armagedón”, en relación a otra nueva descarga de temas indelebles en la memoria: ‘La Rosa y La Cruz’, ‘Eres Especial’, dedicada al público, ‘Mi Generación’ y, cómo no, ‘Mediterráneo’, como anillo al dedo con el mar al alcance de la vista desde el Mesón Gitano.

El concierto de Los Rebeldes llegaría a su primer fin con ‘Rebeca’ y su incontinencia, reservando para los bises la romántica ‘Bajo La Luz De La Luna’ y la acelerada y clásica ‘Mescalina’. Como regalo final, Segarra invitó a escena al concejal de Cultura, Diego Cruz, conocido cantante de rock y soul, para interpretar un dulce ‘Stand By Me’. Perfecto cierre para una gran noche de sonidos imperecederos de calidad.