Los monologuistas almerienses hacen de la carcajada una bella rutina con el cierre de ‘Risas Por Almería’

“Septiembre es el lunes de los meses”. Vuelta de vacaciones, vuelta al trabajo, al cole, propósitos de inicio de curso, como lo de ir al gimnasio… El Auditorio Municipal Maestro Padilla alzó el telón anoche para recibir una de las rutinas que, sin embargo, no tienen esa connotación tan negativa y apesadumbrada: la de reír. Y es que los más de diez años de experiencia que lleva acumulados ‘el dream team’ de monologuistas almerienses (Paco Calavera, Kikín Fernández, Pepe Céspedes y Álvaro Vera) sigue cumpliendo escrupulosamente con su rutina de hacer reír a todos los que, como anoche, llenaron las butacas para disfrutar de sus nuevas historias. Todo ello en el marco de la programación de otoño puesta en marcha por el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería.

Entre las múltiples veces que se ha podido ver al elenco en teatros y locales a lo largo de los años, la de ayer era una cita especial. En primer lugar porque venía a ser el cierre de la gira ‘Risas Por Almería’, que arrancó en primavera en el mismo escenario y que anoche despedía temporada después de haber recorrido numerosos pueblos de la provincia de mano de la colaboración de Diputación Provincial. Hecho que, por cierto, reforzaron usando esa sevillana numerativa de todos y cada uno de los pueblos de provincia que firmó Ecos del Rocío hace unos cuantos años.

En segundo lugar, y jugando al despiste, porque era el regreso al Auditorio, después de más de tres años, de Pepe Céspedes, que ha vivido unos tiempos complicados de salud que le llevaron a pasar por la UCI. Y más de un espectador se preguntaba desde el inicio si no había vuelto a pasar algún contratiempo ya que en el arranque solo aparecieron en escena Kikín, Paco y Alvarito, dejando a Pepe la entrada triunfal final, inesperada, para pasar a ser la primera de las actuaciones solistas.

Así, uno tras otro, Pepe hizo balance de estos años con un cierto gusto a gratitud a la vida (también a los profesionales sanitarios), Kikín Fernández centró su discurso en las nostálgicas diferencias generacionales de infancia, Alvarito haría un repaso de comercios y redes, mientras que Paco Calavera haría referencia también a los gimnasios o las nuevas tendencias en los bares. El público lo gozó a lo grande, como es habitual, demostrando que no todas las rutinas tienen que ser negativas.