Lolita Flores dará vida a ‘Fedra’, este viernes, en una obra del dramaturgo almeriense Paco Bezerra

La representación será en el Auditorio Municipal Maestro Padilla, en el marco del ‘Invierno Cultural’ del Área de Cultura, Educación y Tradiciones

Talento almeriense y cualidades más que contrastadas en la interpretación. El Auditorio Municipal Maestro Padilla recibirá este viernes, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a una de las actrices más viscerales y potentes de España: Lolita Flores. Ella dará vida a ‘Fedra’, una obra de teatro escrita por el dramaturgo almeriense Paco Bezerra. La cita, perteneciente al ‘Invierno Cultural’ del Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, comenzará a las 21.00 horas y todo apunta a que se colgará el cartel de ‘entradas agotadas’.

Se trata de una producción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y Pentación Espectáculos, que cuenta con dirección de Luis Luque. Además de con Lolita Flores, el reparto se completa con Juan Fernández, Críspulo Cabezas, Michel Tejerina y Tina Sáinz.

Las entradas se encuentran a la venta tanto en la taquilla municipal situada en el Teatro Apolo, como en la página web www.almeriacultura.com y también lo estarán en la propia taquilla del Auditorio Municipal Maestro Padilla desde dos horas antes del comienzo de la representación. Las entradas tienen un alto ritmo de venta y tienen un precio de 18 euros para la zona del anfiteatro.

Como suele ser habitual en los espectáculos del Auditorio, se contará con servicio gratuito de ludoteca para niños de entre 3 y 12 años, realizando reserva previa en el teléfono 950 089 298.

Sobre la obra

Fedra, la reina de la Isla del Volcán, está enferma: ni come ni habla ni duerme. Los médicos son incapaces de averiguar el origen de su padecimiento y el país entero anda preocupado por su estado de salud. Algunos dicen que se ha vuelto loca. Otros, que las largas ausencias de su esposo, el rey de la isla, han terminado por devastar y asolar su corazón, pero nadie conoce la verdad y todos se equivocan. Y es que la gran responsable de la dolencia de Fedra no es otra que una pasión que la atormenta desde hace tiempo y que ya no puede reprimir más; un erotismo inmoral e impúdico, un deseo violento e indómito, un amor prisionero e indecente.
“El amor, en muchos casos, es sinónimo de dicha y felicidad, pero, en otros, es también tormento y grandísima condena (en especial cuando te enamoras de la persona que no debes). Pero, ¿cómo actuar cuando la razón y el deseo entran en conflicto? ¿Es más justo atender a lo que plantea el cerebro o a lo que demanda el corazón? ¿Qué debería pesar más? ¿Pensar o sentir?

“Tradicionalmente, éste es el conflicto interno al que siempre ha tenido que enfrentarse Fedra, un personaje que, atrapado en las redes de la tragedia, se debate y no se puede decidir. Y esto mismo es lo que la ha terminado convirtiendo en un personaje un tanto inactivo, alguien que, incapaz de elegir, se decide por darle la mano a la muerte como la mejor de las opciones”, explican director y dramaturgo.

“Lo que hemos querido con esta Fedra es sacar al personaje de ese letargo en el que siempre se ha encontrado para crear una mujer más combativa y con menos miedo; una persona que, huyendo de la tragedia, se sumerja de lleno en ella y peleé frente a frente; una mujer exenta de culpa, capaz de luchar por lo que quiere, y que, ante todo, se atreva a amar”.