La nueva obra invitada de ‘Doña Pakyta’ recuerda la Feria de Almería con dos carteles de Carlos Pérez Siquier

Desde hoy y hasta el 5 de septiembre, el Área de Promoción de la Ciudad y la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino muestran dos carteles realizados en 1970 y 1971 por el fotógrafo almeriense

Aunque la pasada semana se anunciaba la suspensión de la Feria de Almería, el Museo de Arte ‘Doña Pakyta’ quiere ofrecer su grano de arena para fomentar ese ‘estado de ánimo’ que se quiere para la ciudad esos días a través de su sección temporal de la obra invitada. Se trata de dos carteles de la Feria de Almería, de los años 1970 y 1971, obra del fotógrafo almeriense Carlos Pérez Siquier. Con ellos, se sucede a la obra ‘Pueblerinos’ de Jesús de Haro, en una iniciativa que como es habitual cuenta con la producción de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, que organiza junto el Área de Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento de Almería, con la colaboración de Diputación de Almería.

Se podrán visitar desde este martes hasta el próximo 5 de septiembre y ambas obras pertenecen a la colección Martín-Moreno y tienen una medidas similares, de entre 68×48 cm y 61×48 cm, impresos en la Industria Gráfica Valverde de San Sebastián.

Sobre las dos obras, el director del Museo de Arte de Almería y la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, y comisario de la sección, Juan Manuel Martín, destaca que Carlos Pérez Siquier está “considerado por la crítica especializada como uno de los pilares de la vanguardia fotográfica española y uno de los pioneros europeos de la fotografía en color, Siquier realizó durante las décadas de 1960 y 1970 diversos carteles para promocionar las fiestas que en Almería se celebraban en agosto, en honor a la Virgen del Mar, y a finales de año, las denominadas Fiestas de Invierno”.

De esta forma, explica que “el primer cartel anunciador de la feria estival le sería encargado por la Comisión de Festejos del Ayuntamiento almeriense en 1968. Tras aquel realizaría los de los años 1969, 1970, 1971, 1973, 1974 y 1977. Siete carteles ilustrados tanto con coloristas y luminosas instantáneas de cuidada composición, como con atrevidos fotomontajes, en el caso de los tres últimos”.

Como denominador común, Juan Manuel Martín segura que “si bien en todas sus propuestas buscó Pérez Siquier innovar tanto en la temática, como en el punto de vista elegido, en el caso de los carteles de las fiestas de 1970 y 1971 repitió el fotógrafo, con notorio acierto, el tema principal de aquéllos: unas jóvenes con trajes de faralaes bailando”.

De esta forma, según el director y comisario de la obra invitada, estamos ante “composiciones equilibradas y luminosas, en las que adquiere un especial protagonismo el color de los trajes y el movimiento de las modelos, mientras que para el cartel de 1970 eligió Pérez Siquier como fondo de la escena protagonizada por las dos bailaoras una vista del Mesón Gitano sobre la que se alza uno de los torreones circulares de la Alcazaba almeriense, en el caso del cartel de 1971 el fotógrafo elegía un fondo neutro –una pared encalada–, concediendo todo el protagonismo a la joven flamenca y el airoso movimiento de su vestido”, concluye en el texto ilustrativo de la obra invitada.