El Parque de las Almadrabillas vibra a lo grande con la fiesta de bienvenida de Cooltural Fest

Decía la canción aquello de “esta noche hay una fiesta”… y Cooltural Fest en cada edición le gusta añadir “de bienvenida”. El Parque de las Almadrabillas recibió anoche lo que se ha convertido ya en una tradición del festival, la fiesta de bienvenida que da oficialmente la salida a más de 80 horas de música en directo con la presencia de cerca de 70 bandas hasta el próximo domingo, 20 de agosto. Bajo la denominación de ‘Sustain Al-Bility’, ya que contaba con el patrocinio de difusión de los objetivos ODS de la Agenda 2030 de la ONU, las propuestas encargadas de hacer los honores fueron, por orden de intervención: Billy Flamingos (ganadores del concurso de bandas), Chica Sobresalto, Bely Basarte, Kitai y Nancys Rubias. Todo ello organizado y coordinado por Crash Music y el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.

Desde Ibiza, Billy Flamingos sacó a pasear con acierto todas sus influencias clásicas dentro del mundo del rock, con buenas dosis de intensidad guitarrera, algo de rockabilly, para hacer honor al nombre, y unos tempos y cadencias de destilan aroma a bar nocturno, suelo de madera y una sensualidad que siempre roza en lo peligroso o prohibido. Con dos discos en su haber, el homónimo de 2017 y el más reciente “Oscuro Baile De Salón” publicado en el mes de marzo, Billy Flamingos dio lustre a la tarde con aires stonianos en el arranque con “Contigo” o, precisamente, “Oscuro Baile De Salón”, siguiendo a terrenos más carnales en “Desnúdate” o la ‘tarantinesca’ con trazas de Siniestro Total en aquello del “¡yo digo yeah!” de “Una Historia Violenta”. Trepidante ritmo de base rítmica con especial honores para el bajo en la rockabilly “Billy Flamingos”, la vívida “Estanque Euforia” y un desbarre final que en su porte y peso electrónico recordó al “Toro” de El Columpio Asesino en “Vorágine”.

Pese a su juventud, Chica Sobresalto es una ya vieja conocida de la ciudad. Abrió el concierto de presentación de lo que fue el último disco de los almerienses Nixon en el Auditorio Maestro Padilla y también actuó en los conciertos matinales del ‘Escenario Playa’ de la segunda edición de Cooltural Fest. Pasado el tiempo, Maialen Gurbindo volvió con mayor seguridad escénica, más guerrera que nunca y con la misma capacidad para conectar con el público con canciones aparentemente sencillas pero que rebosan fuerza y buenas melodías que, dependiendo de los arreglos, la acercan a veces a los terrenos sintéticos de nombres como Zahara pero, por otros, al rock accesible de referentes como Gwen Stefani y sus No Doubt. El repertorio, aprovechado el tiempo conciso, se basó en buena parte de su tercer disco “El Oráculo”, abriendo con “El Hogar” y “La Estrella”, muy disco, para seguir con las dos más rockeras “El Juicio” o “La Monogamia”. Con el personal cada vez más metido en situación, Chica Sobresalto terminó de prender la tarde, “Tras El Lío”, con la percusión y aquelarre de canciones entrelazadas de “Bailando Raro”, donde no faltaron guiños a Alaska, Love of Lesbian o Sonia y Selena dejando a punto de caramelo esa “Fusión Del Núcleo” que, en su medida, se ha convertido en su himno de guerra porque, como destacó al terminar con esa última canción “las “Poquita Cosa” también pueden hacer grandes cosas”.

La cantante, compositora y productora madrileña Bely Basarte se ha instalado en el corazón de su cada vez mayor cantidad de seguidores gracias a sus canciones honestas y repletas de referencias al amor, a las historias personales de olvidos, recuerdos y pasiones, siempre con un buen gusto vocal que la entronca por igual con el soul o el rhythm and blues más americano, como con algunos matices de canción de autor de toda la vida. “Roma”, tema con el que comenzó, es de los que la negrura soul brilla en su esplendor, mientras que “Me Miento Mal” es más de las segundas, incluida referencia a los días y noches de Sabina, antes de brindar “Tomando Tequila”. Tras “Vivo En Un Fin De Semana” llegaría una revisión entre el country y el folk de “No Te Quiero Ver Llorar” y algo de dolor de amor en “Me Va A Doler” y en la urbana “M-40”. “Contigo” y “Mariposas” afianzaron la vertiente más intimista para terminar con “San Pedro”.

Kitai es otro de los conocidos de Cooltural Fest que actuaron anoche en la fiesta de bienvenida. Su concierto en el Paseo de Almería a las cuatro de la tarde en plena Feria es uno de los momentos más icónicos de la primera edición del festival y, cinco años después, con otros dos discazos por el camino y mucha actitud los madrileños salieron, como es habitual, a morder. Autodefinidos como “obreros del rock”, se lo trabajan sin lugar a dudas. A la furia y fuerza de juventud han sumado la capacidad de crear canciones con estribillos muy pegadizos, como demostraron a las primeras de cambio con “Pero Sí, Pero No”, “A Bocajarro” o “Todo Me Da Igual”. Hijos de su tiempo, ironizaron con la esclavitud tecnológica en “Zombie”, que habla de esa necesidad contagiosa de mirar el móvil cada tres segundos. Un arrebato punk que continuó con bailes a compás, mucha petición de grito al unísono, y un sonido de guitarras y bajo bien ancho, como atronadora su batería. “H20” preludió un momento solista de bajo, con guiños a “Seven Nation Army” y “Take Me Out” de The White Stripes y Franz Ferdinand. También habría un momento esperado siempre en sus conciertos: la batería flotante con el público sujetando la tarima. Pero también hay momentos para la emoción, como ese “Cocodrilo” dedicado a los seres queridos fallecidos y que les ha abierto la puerta al público latinoamericano de la mano de Hombres G, que colaboran en la canción. El cierre llegó con la descarada “Lydia Bosch”, donde recuerdan que ellos no son “tu puta banda de pop”, la cantinera “Borracho De Amor” y la declaración de amor al público de “Riviera Maya”. Sin duda, los discos no le hacen justicia al directo porque es difícil encerrar tanta adrenalina en un estudio.

De la entrega y furia de la imprevisibilidad en directo de Kitai, al mero entretenimiento de Nancys Rubias. Es cierto que el cuarteto liderado por Mario Vaquerizo tiene muchos ingredientes para que el mundo de la música tuerza el gesto, pero sus más de quince años sobre los escenarios deben ser más que suficientes para pensar que tienen algo que irremediablemente conecta con un determinado público. Glam de los setenta, que en su vertiente británica engarza con algo de punk y, claro, mucho de ese ‘petardeo’ de la Movida que también tuvo su aquel y versiones alocadas. Con ese hedonismo intrascendente del que ellas mismas hacen gala y con un sonido atronador de bases, guitarras y teclas, Nancys Rubias comenzaron versionando a Diana Ross, Alaska, Paulina Rubio y Los Romeos con “Chain Reaction”, “Rey del Glam”, “Causa y Efecto” y “Mi Vida Rosa”. No fueron las únicas porque entre “Bailando Conmigo Mismo” y un acerado “Alfabeto Nancy” también harían lo propio con el “You’re In Love With a Psycho”, “Pedro”, “Dance With Somebody”, “Yes Sir, I Can Boogie” o “Save Your Kisses For Me’, de Kasabian, Raffaela Carrà, Mando Diao, Baccara y los eurovisivos Brotherhood of Man, respectivamente. El cierre, tras cambio de vestuario incluido para las cuatro nancys, llegaría con una solvente adaptación de la rumba “Me Duele El Corazón”, “Peluquitas”, “Me Encanta” y “Se Acabó”, para terminar.

Cooltural Fest se preparaba así para la primera de sus jornadas maratonianas, con conciertos en ‘Escenario Playa’ (Hoonine, Íñigo Merino, Carlos Vudú y El Clan Jukebox, Soledad Vélez, Lia Kali y Javiera Mena) y la primera ‘de abono’ en el Recinto de Conciertos del Ferial (Alice Wonder, Amaia, Fangoria, Lori Meyers, Arde Bogotá, Cariño, Amatria, Ultraligera, Morreo, Ainoa Buitrago, Besmaya, Kora, Samuraï, Desorden Sonoro, Eddie Mizake y Taao).