El cortometraje documental ‘Me Olvidé de Vivir’ emociona al público en su estreno en el Auditorio Maestro Padilla

Dirigido por Eduardo Hernández de Haro, la cinta aborda la vida de su tío Estanislao de Haro Frías ‘Tani’, nacido con discapacidad y posteriormente con tetraplejia tras ser atropellado en un paso de peatones

Varios minutos de ovación cerrada y con el público en pie. Estanislao de Haro Frías, más conocido por ‘Tani’, recogía al final del estreno del cortometraje documental sobre su figura, que ha sido dirigido por su sobrino Eduardo Hernández de Haro, el cariño y la admiración que tanto le profesan sus amigos, familiares y conocidos, que llenaron en la tarde de ayer el Auditorio Municipal Maestro Padilla, gracias a la colaboración del Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería. ‘Me Olvidé de Vivir’ es el título de la cinta que, tal y como confirmó al comienzo su director, ya ha sido seleccionada en siete certámenes, alguno de ellos fuera de nuestras fronteras, en India, México o Argentina.

La historia de ‘Tani’ es digna de ser contada y conocida, como también su valentía o su forma de ver la vida. Con discapacidad de nacimiento, Tani afrontó una niñez en la que, pese a todo, demostró ser muy feliz aunque pronto tuviera que pasar por numerosas operaciones y rehabilitaciones. El objetivo de sus padres era que consiguiera andar y, durante un tiempo, lo hizo.

En una narrativa cruda, sincera y honesta, el documental narra el proceso vital del protagonista pero también permite recordar cómo ha evolucionado la sociedad con el paso del tiempo. “En aquellos tiempos estaba mal visto que una persona con discapacidad estuviera por la calle, sin embargo a mis padres no les importó y querían que llevase una vida lo más normal posible”, dice la voz en off que va guiando durante el metraje.

Llegaría después la pasión por la pintura, por sus sobrinos, con los que siempre aparece sonriente en todos los vídeos y fotografías y, finalmente, una silla de ruedas eléctrica que le permitió durante muchos años gozar de una mayor libertad y autonomía para moverse por la ciudad. Hasta que una mañana del verano de 2016 una motocicleta de gran cilindrada le atropelló en un paso de peatones. Un accidente por el que estuvo a punto de fallecer horas más tarde pero que, finalmente, derivó en una tetraplejia severa. Su vida cambió para siempre y así se cuenta, sin edulcorantes, en el documental. Pese a la dureza, como cuando dice que quiere marcharse con Bella, su hermana y segunda madre tras la muerte de Maruja porque “esto no es vida”, hay algo de esperanza en los ojos de felicidad y en la sonrisa que transmite al estar junto a los pequeños de la casa o en la rehabilitación.

Antes de la proyección, Eduardo Hernández de Haro fue entrevistado por Manu Méndez, compañero de la asociación de fotógrafos Clave Visual, a la que pertenece. El director es un farmacéutico almeriense, con la farmacia en el barrio de San Luis, aficionado a todo tipo de deporte. “Hace unos años despertó en mí una gran afición por la fotografía de naturaleza. He tenido la fortuna de obtener varios reconocimientos internacionales y actualmente expongo en el pasillo de entrada al Hotel HO en Puerta Purchena y en el Paseo de Almería como miembro de la asociación Clave Visual”.

En el acto de ayer se incluyeron también dos vídeos previos sobre paisajes de Almería, realizados por Eduardo Hernández de Haro, más un pequeño bloque de entrevistas realizado a familia y amigos de Tani explicando cómo es y algunos de sus recuerdos más emotivos.