El Ayuntamiento incluirá en la Ordenanza de Limpieza la obligación de limpiar también los restos de orina de las mascotas en la calle

Esta medida se suma al deber que tienen los propietarios de mascotas de recoger las heces de sus animales, colaborando en evitar que el mobiliario urbano siga deteriorándose y contribuyendo a mantener la ciudad limpia

El Ayuntamiento de Almería, a través del Área de Servicios Municipales, propondrá la modificación de la actual Ordenanza Municipal de Limpieza en Espacios Públicos y Recogida de Residuos, incluyendo en la misma la obligación de llevar una botella con agua, mezclada preferiblemente con vinagre común, para minimizar el efecto de las micciones de los perros. El propietario que no atienda la Ordenanza Municipal, como sucede también en el caso de la obligatoriedad de la recogida de los excrementos del animal de la vía pública, podrá ser sancionado con multas que van entre los 120 y los 750 euros.

En este sentido, el concejal de Servicios Municipales, Juan José Alonso, ha explicado que “estamos ya trabajando para introducir esa modificación en la Ordenanza de forma que pueda ser elevada a Pleno para su aprobación inicial”, aclarando que esta medida tiene como objetivo “evitar que las micciones, particularmente de perros, queden sin limpiar, con el fin de evitar suciedad y los malos olores en las calles”.

“La presencia de heces de los perros abandonadas en la calle es, junto a las micciones de perros, uno de los principales problemas de limpieza e higiene que denuncian los almerienses”, ha explicado Alonso, refiriendo el caso de la orina de los perros “una consecuencia muy evidente en la degradación de mobiliario urbano, manchas en las aceras, vías, espacios públicos y fachadas de edificios, trasladándose con ello una mala imagen de las calles o entornos urbanos de nuestra ciudad”.

“Tener una mascota implica tener una responsabilidad. El perro tiene su necesidad de evacuar, pero el dueño del animal tiene la responsabilidad de ver dónde se lo deja hacer y según el lugar, de tomar las medidas que sean necesarias. A la obligación que tiene el propietario de una mascota de retirar los excrementos, la reforma de la ordenanza incluirá en el texto la obligación del propietario de mascotas de diluir la orina cuando el animal micciona, empleando para ello preferiblemente agua mezclada con vinagre común”, ha recomendado el concejal de Servicios Municipales, Juan José Alonso.

El edil ha señalado que se admitirá en esa obligatoriedad el uso de productos comerciales específicos destinados a este fin, agua mezclada con un poco de lejía, vinagre común, bicarbonato de sodio e incluso limón, como opciones más caseras. Alonso ha insistido en que la colaboración y la responsabilidad de todas las personas dueñas de perros es «primordial» para mantener limpia la ciudad, y esta nueva medida que se incorporará a la Ordenanza Municipal va encaminada a una mejora de la limpieza de la ciudad.

A los problemas de suciedad hay que sumar la oxidación que producen los orines de los animales en señales verticales, fachadas, bases de las farolas, pivotes, semáforos, siendo éste un problema muy común en todas las ciudades, llevando a incluir en sus ordenanzas de limpieza esta obligación, como es el caso de Málaga, Palma de Mallorca, Benalmádena o Cádiz, entre otras.

Desde el Ayuntamiento se recuerda que la Ordenanza Municipal de Limpieza establece una serie de normas para los animales de compañía en las vías y espacios públicos que, en caso de no cumplirse, puede suponer multas económicas. En este sentido, Juanjo Alonso ha recordado que el texto que regula la limpieza y recogida de residuos establece tres tipos de sanciones en su régimen disciplinario: leves, graves y muy graves. Las primeras, entre las que se incluye actualmente la no recogida de los excrementos de las mascotas,conlleva una multa de entre 120 a 750 euros.