Daniel Doña cose la memoria histórica de España con la belleza estética y la vanguardia de la danza

Minuto de silencio. Se han escuchado unos disparos y los bailarines yacen en el escenario, inmóviles. Una luz roja alarma en el patio de butacas. Sesenta segundos de silencio. El sufrimiento, el miedo y la tragedia a lo largo de la historia reciente en España han llevado a la muerte de muchos. Desde la II República, pasando por la Guerra Civil, Franquismo y hasta la Democracia. Pero la justicia poética ha permitido que el arte cosa muchas de estas heridas y restablezca la paz y libertad. Es lo que transmite de forma brillante la representación ‘Entre hilos y huesos’, la última creación de la prestigiosa compañía de danza de Daniel Doña (DDCdanza), donde el arte del baile de vanguardia consigue hilvanar la maltrecha memoria histórica y renacer lo mejor de este país.

La cultura, y en este caso, la danza, al igual que puede ser el arma que levante a las masas, también tiene, cuando se quiere, un efecto balsámico, y en este caso a través de este canto a la libertad se cosen los males sufridos en el último siglo, y los transforma en una recreación donde las telas de perfección técnica, la belleza estética y la creatividad se dan la mano para ofrecer al espectador una representación de danza redonda.

El Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería ha querido celebrar el Día Internacional de la Danza, en la noche de ayer, sábado, con un valor seguro, Daniel Doña, en el Auditorio Maestro Padilla, que ha compartido su imaginario creativo a través de una obra en la que usa la vanguardia al servicio del mensaje, con flamenco en directo, para emocionar y hacer disfrutar, a partes iguales al público. Sobrecogerlos con el mensaje y hacerles sentir más vivos que nunca con la complejidad artística de las coreografías.

Daniel Doña, además de un magnífico bailarín, es un excepcional coreógrafo, que salve utilizar a los bailarines para componer una brillante puesta en escena. En la representación, el público comparte un viaje bailado por la historia de España que propone una visión sincrética, feminista y desprejuiciada de nuestro pasado, y da voz a artistas que cayeron en el olvido. A lo largo de hora y media sigue las huellas artísticas de creadoras y creadores del siglo pasado de distintos ámbitos: de Federico García Lorca, a Antonia Mercé, Manuel de Falla, Miguel Hernández, Maruja Mallo, Picasso, Carmen Amaya, Buñuel o Pilar López. Artistas que se posicionaron a favor de la paz y que son el contrapoder al sufrimiento. Artistas a su vez olvidados en la memoria.

La propuesta de la compañía de Daniel Doña (DDCDanza), conmueve y agita la memoria histórica más reciente de nuestro país, y es una manera alternativa de leer la historia, cose las costuras desgarradas de la memoria colectiva y las transforma en un acto poético que aúnan lucha, justicia y reivindicación.

Daniel Doña muestra a los bailarines en primer plano. Cuadro flamenco, con incorporación del violonchelo tras las telas, que se levantan, para que todos se se entremezclen. Máscaras, música, voces y gestos. Música en directo y coreografías para compartir un mensaje de esperanza.

La cultura no sólo es entretenimiento. También es educación, progreso económico, y sobre todo, social. Todos tenemos una responsabilidad social cultural y Daniel Doña utiliza la danza para homenajear a artistas olvidados y coser heridas de nuestro pasado más reciente. Y lo hace, con el hilo del buen gusto, la vanguardia y la técnica más depurada, para conmover y agitar conciencias, para hacer palpitar el corazón del público que aplaudió emocionado y de pie a los protagonistas. Coreografía con mensaje, en el día de la danza. Brillante.