Desde sus inicios, su propuesta artística destaca no solo por su altísima calidad musical, sino también por la autenticidad en sus interpretaciones, así como e respeto al legado del artista.
La escenografía, cuidadosamente diseñada, enriquece la experiencia visual, creando un entorno que complementa y realza cada una de las interpretaciones, generando una atmósfera mágica que transporta al público al universo poético y bohemio que caracteriza a Sabina.
Uno de los grandes valores de "Malas Compañías" es Justo Mullor, cuya voz no busca imitar a Sabina, y transmite de manera auténtica el alma, la emoción y el carácter de cada una de las canciones. Tiene la habilidad de conectar con el público, y su interpretación destaca por la profundidad con la que vive cada canción, algo que el público siempre aprecia y que convierte cada presentación en un momento inolvidable.
Un espectáculo que recorre la obra de Joaquín desde sus comienzos con el disco MALAS COMPAÑÍAS, que da nombre a este homenaje, hasta épocas más recientes como el disco DÍMELO EN LA CALLE.
"Intentamos sonar lo más Sabina posible, me gusta que se respire esa atmósfera salinera en los conciertos, pero con nuestro sello, y todo esto con el máximo respeto, admiración y devoción que le tengo".