La concejala de Igualdad, Paola Laynez, enmarca esta acción en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y destaca el uso de la coeducación y diversión contra la violencia

Más de 2.500 almerienses, entre alumnos de Educación Secundaria y miembros de las Asociaciones de Madres y Padres (AMPAS) de una decena de institutos participan en el proyecto ‘Educación en Igualdad’ que, impulsado y coordinado por el Área de Familia, Igualdad y Participación Ciudadana, está subvencionado con 20.000 euros por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en el marco del desarrollo del Pacto de Estado Contra la Violencia de Género.

En total, son cien talleres, juegos de ‘scape room’ y decenas de charlas destinadas a detectar la violencia de género y a realizar un uso adecuado de las redes sociales. Todo, explica la concejala delegada del área, Paola Laynez, a través de un método dinámico, participativo y divertido.

El proyecto, que empezó a desarrollarse a finales del mes de enero en el IES Almeraya y se prolongará durante el curso hasta el 31 de marzo, tiene como destinatarios a los estudiantes y a sus familias a través de las AMPAS de los institutos de los barrios de El Puche, Fuentecica-Quemadero, Piedras Redondas, Los Almendros, Pescadería y Cortijo Grande, de modo que se impartirán, de forma presencial, durante las horas lectivas y quedarán incluidas en el programa educativo del curso.

Vigilando todas las medidas anti COVID, el proyecto ‘Educación en Igualdad’ es impartido por los técnicos de la empresa Creativity and Consulting, SL/Librería Papelería Jobe, SL, apuntan desde el área de Familia, Igualdad y Participación Ciudadana.

Dos acciones, un proyecto

El proyecto consiste en dos actuaciones educativas sobre violencia de género. La primera de ellas se lleva a cabo en horario escolar y tiene como objetivo que los estudiantes de Secundaria jueguen un ‘scape room’ adaptado a la realidad COVID y en el que se acercan a los contenidos en igualdad que trabajan habitualmente en el IES. Así, explican desde la empresa que desarrolla el proyecto, los participantes se verán inmersos en un misterio ocurrido en su centro educativo: un profesor ha desaparecido y ha dejado unas pistas. Los alumnos deberán averiguar los datos suficientes que les conduzcan a la resolución del enigma. Durante el juego deberán trabajar y familiarizarse con contenidos como los modos en los que la violencia puede presentarse, las formas de violencia en redes sociales y a través del móvil o los métodos de actuación ante estos tipos de violencia.

La segunda actividad va dirigida a las familias y se trata de abrir un debate para que descubran y conozcan a qué se pueden enfrentar sus hijos ante la violencia de género, entre los 12 y los 16 años. A través de preguntas abiertas podrán acercarse a la importancia de una buena comunicación, al control parental, a los indicadores de peligro en base al comportamiento de sus hijos, así como a algunas claves para saber qué hacer ante situaciones de violencia de género.

Los centros educativos, los institutos en este caso, promueven valores y actitudes y ofrecen una plataforma excelente para la superación de prejuicios sexistas y para la consecución de un profundo cambio de las estructuras y de las prácticas sociales discriminatorias. Así lo explican los promotores de un proyecto que tiene como objetivo la coeducación entendida como base para fomentar la cooperación entre los dos sexos, favorecer el respeto a la individualidad personal y sexual, evitando proponer un modelo único para ambos sexos; y potenciar unas mejores relaciones basadas en la confianza, el respeto, la comprensión, la tolerancia y la aceptación mutua.