Almería rinde homenaje a Carmen Mora con el descubrimiento de un monolito en la plaza a la que da nombre, junto a la Escuela Infantil Los Almendros

Almería y, especialmente, el barrio de Los Almendros, han rendido esta tarde un merecido homenaje a título póstumo a la que fuera directora de la Escuela Infantil durante 33 años, Carmen Mora Garrido, fallecida hoy hace exactamente un año, con el descubrimiento de un monolito en su honor en la plaza a la que da nombre, ubicada frente al centro que dirigió y que también lleva su nombre. Un recuerdo imborrable que permanecerá en la memoria de familiares, amigos, autoridades y miembros de la comunidad educativa que han querido participar en este emotivo acto en el que también ha participado la alcaldesa, María del Mar Vázquez, y varios miembros de la Corporación municipal.

La regidora ha destacado la capacidad “luchadora de Carmen” y su empeño en que “los niños y las familias del barrio de Los Almendros tuviesen una educación, una formación y una evolución social. Y este recuerdo, este homenaje a una persona tan querida, es lo menos que podíamos hacer por quien nos dio tanto”.

Carmen convirtió la Escuela Infantil de Los Almendros en un espacio donde las madres no sólo dejaban a sus hijos, sino que ellas mismas se convertían en protagonistas. Así nació la Escuela de Madres para mejorar su formación en todos los ámbitos de la vida y la Asociación ‘Camelamos Naquerar’ con la que seguir avanzando en la consecución de nuevos objetivos para ellas, sus familias y su barrio.

María del Mar Vázquez ha puesto de manifiesto precisamente “su capacidad para transmitir las necesidades que surgían en la Escuela y convencer a quien hiciera falta con esa autoridad tan peculiar” y ha asegurado que “la educación no es preparar a alguien para la vida, sino que la educación es la vida misma y eso Carmen lo tenía muy claro”.

Junto a la alcaldesa, el marido de Carmen Mora, José Manuel Hernández, no ocultaba su emoción y su agradecimiento “al Ayuntamiento, a la Junta de Andalucía, a la concejala Paola Laynez, a sus compañeras y al barrio de Los Almendros por su implicación, cariño y amor con que nos han dado durante todo este tiempo porque Carmen era una más del barrio”.

En este sentido, Josefa Santiago Olivia, presidenta de la asociación de mujeres ‘Camelamos Naquerar’ ha señalado que su recuerdo “estará siempre presente con esta Plaza con la Escuela Infantil, que tanto amaba y que hoy lleva su nombre, y en cada acto y en cada proyecto de ‘Camelamos Naquerar’ porque ella nos enseñó a luchar por nuestros proyectos y a seguir hacia adelante, a que las mujeres del barrio se formaran, y vamos a seguir luchando por eso. Porque nuestra asociación, la Escuela de Madres y la guardería somos el legado que Carmen ha dejado en el barrio. Muchas gracias Carmen por formar parte de nuestra historia y por haber tenido la dicha de conocerte y tratarte. Pero Carmen no se ha ido, seguirá siempre en los corazones de todos nosotros”

Las educadoras del centro María Rodríguez y Rocío Estefanía también ha tenido unas emotivas palabras para su compañera. “Contigo se nos ha ido una parte de nosotras. Tu ausencia ha dejado un vacío en nuestros corazones y aunque todas coincidimos en que te sentimos cerca, en cualquier rincón de nuestra escuela, alguna, sin haberte conocido, siente y respira ese agradecimiento y amor por la escuela y el barrio. Cuando hablamos de Carmen se nos dibuja una sonrisa porque ella era así, pura como la flor del almendro, dulce y alegre”, afirmaba la primera.

“Para nosotras” -añadía la segunda- “era un referente como persona y como profesional. Tu coherencia en el trabajo te dio la suficiente y merecida autoridad y respeto para conseguir tus objetivos. Supiste sacar lo mejor de cada una, hemos aprendido de tu mano, de tu paciencia, cariño y respeto y, sobre todo, humanidad. Tu entrega, tu ejemplo, tu lucha son nuestra guía que nos enseña cada día. Tu labor en esta escuela con las familias ha sido siempre y será inigualable. Fuimos formando juntas un gran proyecto de escuela y seguiremos con esa filosofía educativa y de vida que durante muchos años llevaste a cabo y damos gracias a la vida por haber tenido a nuestro lado a una persona tan especial”.

A continuación, la alcaldesa y el viudo de la homenajeada descubrían un monolito, obra del ceramista Antonio Flores, en la plaza Carmen Mora Garrido “en agradecimiento por formar parte de nuestras vidas. Que nuestro barrio crezca y florezca como el almendro en primavera”, luce la inscripción.

El emotivo acto concluía con la lectura, a cargo de Teresa Novo, compañera de la fallecida, de la lectura del poema ‘Caminante no hay camino’, de Antonio Machado, una actuación de baile de un grupo de educadoras y mujeres de la Escuela de Madres y una suelta de palomas.